viernes, 29 de enero de 2010

EL equipo de la risa


Prosigo la recopilación de artículos antiguos de fútbol con otro de la selección española. Era el mes de febrero de 2008 y la cosa olía a repesca y nueva decepción, por lo que algunos optamos por llevar el posible fracaso con el mejor humor posible. No os podéis ni imaginar como me alegré de haberme "comido" este artículo. Por otras parte, la visión cómica de la trayectoria de España hasta aquel momento, no me parece desacertada

EL EQUIPO DE LA RISA

VIERNES, 08/02/2008

Mundial 78. Primera fase. España-Brasil: empate a cero. Un balón muerto llega hasta un atacante español en el área pequeña. Bajo palos sólo hay un defensa. El español chuta y deposita mansamente el balón justo a los pies del brasileño. ¿Es esta imagen fruto del delirio de una mente febril e hilarante? No, es Cardeñosa con la selección española.

Final del mismo mundial. Último minuto con empate a cero. Un jugador español chuta a puerta vacía con toda su alma. El balón, tras golpear el palo, cruza el campo y se dirige directamente al fondo de la red española. ¿Es la selección nacional? No, es Mortadelo en una de las más famosas historietas de Ibáñez.

Es como si la mala leche de los tebeos y la trágica realidad compitieran al “más difícil todavía” por quién idea un final más agónico y esperpéntico en cada nueva eliminación del combinado español.

Y la afición sufre. Sufre mucho, igual que sufría yo. Hasta que un día me harté y decidí contemplar las andanzas de España de forma objetiva, desde fuera, sin implicación. A fin de cuentas, si uno se carcajea de las absurdas situaciones de la España de Mortadelo y Filemón, ¿por qué no ver los partidos a la luz de la comicidad? Cómo quien lee un tebeo, o como esos programas de vídeos caseros en los que sus anónimos protagonistas se dan tortazos imposibles bajo risas enlatadas. Ya saben, nada hay más divertido que la desgracia ajena y las tartas de merengue estrelladas en la cara. Y, créanme, no es sólo menos sufrido, sino cómicamente insuperable. He aquí una antología:

Final de la Eurocopa de Francia, 1984. Empate a cero. Platini lanza una falta señalada al frente del área, el balón sortea la barrera y Arconada, calculando mal el salto, cae de forma extraña sobre la pelota. El balón, como un invento teledirigido del profesor Bacterio, se hace hueco a través de la imposible concavidad entre césped, brazo y axila., sale aturdido de debajo del portero y, haciendo gala de gran suspense, entra a trompicones en la portería. El resto de la historia es sabido: Francia fue campeona.

Mundial de EE.UU. 1994. Cuartos de final. España e Italia empatan a un gol. Una pelota perdida llega hasta Julio Salinas dejándolo completamente solo ante el portero. Pagliuca sale de la meta haciendo grandes aspavientos con brazos y piernas mientras salta ante Salinas con los ojos cerrados al deseo de “sea lo que Dios quiera”. Salinas, tan asustado como él por este repentino regalo caído del cielo, cierra también los ojos y chuta encomendándose a lo mismo que su rival. El balón acierta a estrellarse contra una de las piernas del italiano y, tras varios rebotes, llega hasta Roberto Baggio que marca. España eliminada.

Mundial de Francia. 1998. España-Nigeria, primera fase. Un jugador africano llega hasta línea de fondo y mete en el área un flojo e inofensivo centro-chut que se dirige mansamente a las manos de Zubizarreta. El guardameta español, como compadecido por tan torpe remate, decide mejorarlo y, ni corto ni perezoso, se presta a colocar la manopla de forma que desvía el balón directamente al fondo de las mallas. España eliminada en la primera fase.

Eurocopa 2000. Cuartos de final. España 1 Francia 2, último suspiro del partido. Los franceses cometen un absurdo penalti que Raúl, mejor jugador del equipo e ídolo de la afición, se presta a transformar para forzar la prórroga. El delantero ya se ve como el héroe contemplado desde la eternidad… y allí es donde manda precisamente la pelota. Pitido final, conclusión del partido y España eliminada.

Me he limitado a cuatro, pero bien podían haber sido otras tantas más. Ante el cambio de perspectiva ahora aguardo cada gran cita mundial con la incertidumbre de si la siguiente eliminación superará en imaginación, gracia y donosura a la anterior. ¿Serán fulminados por un invento lanza rayos del Bacterio, como en “Mundial 82”? ¿Se disfrazará algún jugador de balón para, como Mortadelo en “Mundial 94”, entrar en su propia puerta? ¿Derramará algún terrorista gamberro sobre el campo, como en “Mundial 98”, un virus que vuelva a los futbolistas inútiles? ¿Hipnotizarán a los nuestros como en “Mundial 2002” para que se dediquen a hacer monerías en vez de jugar al fútbol?

Con permiso de Francisco Ibáñez, la selección española da tanta risa como la de Mortadelo.

5 comentarios:

  1. Sublime...!, me has tocado un par,.., mmm, un par de esas fibras sensibles que nos recorren a muchos; la selección por un lado, que aunque un poco olvidada por mi parte en cierta época, y por lo desgraciado de su deambular por las distintas competiciones, hoy por hoy nos resfresca con afianzados logros tras el europeo y renovadas esperanzas por tanto que me disparan hacia un mundial que entiendo con optimismo; la otra fibra, la más sensible por lo íntimo, es el Sr. Ibáñez, un maestro en su trabajo que ha logrado arracar millones de sonrisas en mi seria boca, y que, espero, nunca va a dejar de suscitar esa emoción pues vivo, desde que yo recuerde, a sus piés.
    Gracias Pablete por "tus cosas".

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  2. Qué tiempos aquellos de la España de la risa: pelotazos de gin & lemon, cortes de pelo a máquina... Todo no eran más que frustraciones ancestrales disfrazadas de sorna y cinismo. Y ahora, ¿qué? Ahora no nos queda otra salida que disfrutar siendo campeones...

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  3. Cierto es que podrías haber puesto muchas más, pero amigos mios, eso para otro día. Esperemos que el cambio de mentalidad dure para muchos años, sino al menos siempre nos quedará la risa.

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  4. Quien iba a imaginar que aquella selección, que era motivo de chanza, ahora es venerado. A ver lo que nos depara este mundial 2010 en sudafrica.

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  5. Muy acertadas las analogías entre nuestras pifias futbolísticas del mundo real y las del cómic por excelencia de Ibáñez como son sus agentes Mortadelo y Filemón. El mundo del cómic nos hace recordar, de modo lúdico, circunstancias deportivas con las que nos gustaría hacer como las avestruces: meter la cabeza en un hoyo e ignorar todo a nuestro alrededor.

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