lunes, 19 de abril de 2010

Crónica a vuela pluma de la Semana Santa de Málaga 2010 (Viernes Santo)

Lo siento pero no hay crónica de Viernes Santo. Lo confieso, por más años que lleve sacando un trono cuando llega mi día me paralizo. La impaciencia, los nervios, el miedo (¿por qué no decirlo?) me atenazan hasta el punto de que me vuelvo una persona huraña e insoportable (como bien saben y sufren los que me rodean). Por lo que cuentan los toreros es una sensación parecida a las horas previas a la corrida. No hay forma. Cada año me digo que saldré a ver las procesiones tranquilamente antes de sacar la mía. Una leche. Un año lo intenté: las vi como un zombie y sin enterarme de nada. Hasta que no me acerco al varal, esa sensación no se pierde.
Ahí os dejo un vídeo de mi Soledad del Sepulcro en la espectacular doble curva de Duque de La Victoria, San Agustín y Císter. No hay forma de agradecer a estos anónimos aficionados que realizan estos documentos.
Sobre una mesa sólo decir que el ambiente es indescriptible y nada tiene que ver con salir fuera. Además, allí tengo el privilegio de compartir esfuerzo, trabajo, sudor, alegrías y penas con algunos de los mejores amigos que cualquier persona podría desear.
Va por vosotros.

1 comentario:

  1. De órdago la que liamos en tu casa justo antes de salir... Es lo que tienen los nervios, la tensión y la impaciencia del momento. Nuria bien os podría haber tirado a los dos por la ventana. Y con respecto a nuestra participación en la mesa de la Soledad, no hay palabras para describir la satisfacción y el privilegio que supone trabajar bajo esos varales un año tras otro. Una vez más acabamos exhaustos, casi muertos... pero como siempre mereció la pena llevar a la Soledad sobre nuestros hombros.

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