He de confesar que este microrrelato ha sido estimulado por la fecundidad creativa de los Sres. Gallardo y O'Dhurann y su constante participación en cierto concurso literario online llamado 140 (por el número de caracteres que no se pueden superar). Participar en un concurso es someter una creación a un juicio ajeno, y por lo tanto se corre el riesgo de valorarla (consciente o inconscientemente) en función del resultado obtenido. Para no caer en esa tentación dejo este relato al único juicio de vosotros: mis escasísimos lectores y vaya por delante que a mí me gusta. He intentado (dentro de la limitación espacial del género) sugerir un ambiente de terror o suspense en una noche como la de Reyes. De esta forma (creo) que también humaniza a los mágicos reyes al someterlos a una debilidad humana como el miedo. ¿Qué os sugiere a vosotros?
Posibilidades: -La cuarta figura es un Papá Noel psicópata, celoso de los Reyes. -Es el dueño de la casa, republicano, con un fusil. -Es el auténtico Baltasar (negro), que ha sido suplantado por el socio castaño que aparece en su bello grabado. -Los tres primeros no son los Reyes Magos. -Los Reyes Magos han caído en una trampa.
En mi opinión, el gran acierto del relato es introducir un elemento inquietante en lo que normalmente es un ambiente cálido y hogareño. Eso hace, por contraste, que la desazón del lector sea mayor que si la atmósfera nos predispusiera.
Ummm... El relato es bueno, y me parece una gran idea eso de "sugerir un ambiente de terror o suspense en una noche como la de Reyes". De cualquier manera, en mi opinión, como no podría ser de otra forma teniendo en cuenta mi estilo, yo dejaría que la atmósfera se tornara inquietante al final. Dicho de otro modo: no estoy de acuerdo con la opinión del señor Gallardo de que la atmósefra no nos predispone. Por supuesto que nos predispone, desde la primera oración: "La casa y el pasillo ya eran de por sí inquietantes". No me convence el comienzo para lo que en principio debería ser un cuento infantil y mágico. Sí que estoy de acuerdo con el señor Gallardo en que "el gran acierto del relato es introducir un elemento inquietante en lo que normalmente es un ambiente cálido y hogareño". Pero ahí está la gracia: para mí debería comenzar con un ambiente cálido y hogareño, tal vez apelando a la magia y la ilusión de la noche más ansiada del año, porque si no es un relato de terror de principio a fin, y lo único que nos queda de la noche de Reyes es, literalmente, el título. ¿Se han parado a pensar que, si le quitamos el título, no es fácil inferir que se trata de la Noche de Reyes? Para mí, un relato de 140 caracteres, teniendo en cuenta que apenas es una pincelada, se debe expicar por sí mismo sin necesidad de ponerle título.
Por cierto, para mí, lo mejor con diferencia es el misterio insondable e inquietante de quién es la cuarta figura: pone los pelos de punta. Alcanza límites lovecraftianos. Homérico.
El origen del relato iba a ser una pequeña broma acerca de la rivalidad Reyes Magos Papá Noel (en ese sentido el Sr. Gallardo dio en el clavo a la primera), pero después de darle un par de vueltas me gustó el halo misterioso que podí llegar a darle y lo transformé en un microrrelato de con ambiente "gótico". Leído en segundas veces se me ocurrió que la cuarta sombra podía ser simplemente el niño de la casa sin poder conciliar el sueño por la emoción que pilla a los Reyes "in fraganti", aunque también puede ser simplemente interpretado como que los Reyes, puesto que visitan casi todos los hogares del mundo, también deben de lidiar con todo tipo de situaciones rocambolescas incluidas casas ya abandonadas o habitantes terroríficos. Con respecto al comentario del Sr. O´Dhuann admito que el título es un error, porque predispone a la lectura del relato y además es necesario como explicación para poder entenderlo. La descripción es inquietante desde el principio porque quería que esa fuera la atmósfera nada más comenzar (a parte de que me confieso incapaz de, en sólo 140 caracteres, comenzar con un ambiente hogareño y dar un giro brusco que lo convierta en relato de terror). Confieso que en este género poco más puedo dar de mí, así que seguiré escribiendo de lo de siempre. O como decía Ariosto: "Forse un'altro canterá con miglior plettro"
Queridos amigos, disiento de ambos. El título tiene valor estético y narrativo. Usarlo de una forma u otra, o incluso no usar título, son opciones que se abren ante el narrador. Su título "Noche de Reyes" predispone y crea una atmósfera. A eso me refería anteriormente. Claro es que la atmósfera se desmiente en la primera línea. Eso es un artificio narrativo, deliberado o no. La decisión de incluir o no el título como parte de la obra de arte es antigua. Hay autores que piensan que es "ilícito" usar el título para provocar un cierto efecto o "complementar" el contenido o significado de la obra en sí. En mi opinión, dado que el título, queramos o no, si es que existe, influye, es cuestión de ser conscientes de ello y usarlo como mejor sepamos o queramos. Imaginen que el Quijote se hubiera titulado "La insólita historia de Sancho Panza"...
En primer lugar personen la cantidad de errores, faltas y erratas que aparecen en mi comentario anterior causados por la premura. En segundo lugar gracias al Sr. Gallardo por su ilustrativa aclaración. Sólo quiero añadir que estoy en total acuerdo con Vd. Un saludo.
He de confesar que este microrrelato ha sido estimulado por la fecundidad creativa de los Sres. Gallardo y O'Dhurann y su constante participación en cierto concurso literario online llamado 140 (por el número de caracteres que no se pueden superar).
ResponderEliminarParticipar en un concurso es someter una creación a un juicio ajeno, y por lo tanto se corre el riesgo de valorarla (consciente o inconscientemente) en función del resultado obtenido.
Para no caer en esa tentación dejo este relato al único juicio de vosotros: mis escasísimos lectores y vaya por delante que a mí me gusta.
He intentado (dentro de la limitación espacial del género) sugerir un ambiente de terror o suspense en una noche como la de Reyes. De esta forma (creo) que también humaniza a los mágicos reyes al someterlos a una debilidad humana como el miedo.
¿Qué os sugiere a vosotros?
Posibilidades:
ResponderEliminar-La cuarta figura es un Papá Noel psicópata, celoso de los Reyes.
-Es el dueño de la casa, republicano, con un fusil.
-Es el auténtico Baltasar (negro), que ha sido suplantado por el socio castaño que aparece en su bello grabado.
-Los tres primeros no son los Reyes Magos.
-Los Reyes Magos han caído en una trampa.
En mi opinión, el gran acierto del relato es introducir un elemento inquietante en lo que normalmente es un ambiente cálido y hogareño. Eso hace, por contraste, que la desazón del lector sea mayor que si la atmósfera nos predispusiera.
ResponderEliminarUmmm... El relato es bueno, y me parece una gran idea eso de "sugerir un ambiente de terror o suspense en una noche como la de Reyes". De cualquier manera, en mi opinión, como no podría ser de otra forma teniendo en cuenta mi estilo, yo dejaría que la atmósfera se tornara inquietante al final. Dicho de otro modo: no estoy de acuerdo con la opinión del señor Gallardo de que la atmósefra no nos predispone. Por supuesto que nos predispone, desde la primera oración: "La casa y el pasillo ya eran de por sí inquietantes". No me convence el comienzo para lo que en principio debería ser un cuento infantil y mágico. Sí que estoy de acuerdo con el señor Gallardo en que "el gran acierto del relato es introducir un elemento inquietante en lo que normalmente es un ambiente cálido y hogareño". Pero ahí está la gracia: para mí debería comenzar con un ambiente cálido y hogareño, tal vez apelando a la magia y la ilusión de la noche más ansiada del año, porque si no es un relato de terror de principio a fin, y lo único que nos queda de la noche de Reyes es, literalmente, el título. ¿Se han parado a pensar que, si le quitamos el título, no es fácil inferir que se trata de la Noche de Reyes? Para mí, un relato de 140 caracteres, teniendo en cuenta que apenas es una pincelada, se debe expicar por sí mismo sin necesidad de ponerle título.
ResponderEliminarPor cierto, para mí, lo mejor con diferencia es el misterio insondable e inquietante de quién es la cuarta figura: pone los pelos de punta. Alcanza límites lovecraftianos. Homérico.
ResponderEliminarEl origen del relato iba a ser una pequeña broma acerca de la rivalidad Reyes Magos Papá Noel (en ese sentido el Sr. Gallardo dio en el clavo a la primera), pero después de darle un par de vueltas me gustó el halo misterioso que podí llegar a darle y lo transformé en un microrrelato de con ambiente "gótico".
ResponderEliminarLeído en segundas veces se me ocurrió que la cuarta sombra podía ser simplemente el niño de la casa sin poder conciliar el sueño por la emoción que pilla a los Reyes "in fraganti", aunque también puede ser simplemente interpretado como que los Reyes, puesto que visitan casi todos los hogares del mundo, también deben de lidiar con todo tipo de situaciones rocambolescas incluidas casas ya abandonadas o habitantes terroríficos.
Con respecto al comentario del Sr. O´Dhuann admito que el título es un error, porque predispone a la lectura del relato y además es necesario como explicación para poder entenderlo.
La descripción es inquietante desde el principio porque quería que esa fuera la atmósfera nada más comenzar (a parte de que me confieso incapaz de, en sólo 140 caracteres, comenzar con un ambiente hogareño y dar un giro brusco que lo convierta en relato de terror).
Confieso que en este género poco más puedo dar de mí, así que seguiré escribiendo de lo de siempre. O como decía Ariosto:
"Forse un'altro canterá con miglior plettro"
Queridos amigos, disiento de ambos. El título tiene valor estético y narrativo. Usarlo de una forma u otra, o incluso no usar título, son opciones que se abren ante el narrador. Su título "Noche de Reyes" predispone y crea una atmósfera. A eso me refería anteriormente. Claro es que la atmósfera se desmiente en la primera línea. Eso es un artificio narrativo, deliberado o no.
ResponderEliminarLa decisión de incluir o no el título como parte de la obra de arte es antigua. Hay autores que piensan que es "ilícito" usar el título para provocar un cierto efecto o "complementar" el contenido o significado de la obra en sí. En mi opinión, dado que el título, queramos o no, si es que existe, influye, es cuestión de ser conscientes de ello y usarlo como mejor sepamos o queramos. Imaginen que el Quijote se hubiera titulado "La insólita historia de Sancho Panza"...
En primer lugar personen la cantidad de errores, faltas y erratas que aparecen en mi comentario anterior causados por la premura.
ResponderEliminarEn segundo lugar gracias al Sr. Gallardo por su ilustrativa aclaración. Sólo quiero añadir que estoy en total acuerdo con Vd.
Un saludo.