miércoles, 14 de abril de 2010

Crónica a vuela pluma de la Semana Santa de Málaga (Miércoles Santo)

El Miércoles Santo siempre ha sido uno de mis días preferidos: No es demasiado bullicioso, hay gran variedad y contraste entre las Cofradías, y pueden verse algunos de los tronos más espectaculares de la Semana Santa de Málaga.
Fusionadas prosigue su línea ascendente. Me encanta como los aparentemente exagerados sayones de Azotes y columna justifican (ahora más que nunca) la postura, las llagas y el gesto de Cristo. Parece ser que tienen la intención de cambiar un trono que también le va a las mil maravillas. Esperemos que sea para mejor. Exaltación lleva años siendo la más regular. No pude evitar recordar a un hombre de trono que lleva dos años llevando sus varales desde el Cielo. Puede decirse que Ánimas de ciegos, con su restauración, ha realizado otro Cristo ¡pero que Cristo!. Único por su auténtico sabor prebarroco dieciochesco. ¡Que atrás quedaron los días en que el Mayor Dolor salía a la calle casi de cualquier manera en todos los sentidos!.
Como todos los años procuro ver Salesianos en el entorno de San Agustín o Granada. Son un ejemplo de desfile serio y austero que siempre satisface y por eso congrega cada vez más público.
La Puente y la Paloma en su línea. El trono de la Virgen parece ir perdiendo en los últimos ese "vicio" de llegar mal por sistema. El barroquísimo trono de Pérez Hidalgo (con esos hiperbólicos arbotantes) va a ser sustituído (esperemos que por otro que respete su línea y estética) así que estamos viviendo las últimas oportunidades para disfrutarlo.
Si hay una cofradía del Miércoles que, en mi opinión, ha dado un gran salto cualitativo , esa es el Rico. La restauración de los tronos no sólo les ha dado nuevo brillo y esplendor, sino que también les ha permitido eliminar kilos superfluos (cosa que se refleja en lo bien que se llevan desde entonces, sobre todo la virgen del Amor). El Cristo por la Calle Duque de la Victoria, con paso lento acompasado y acompañado por la maravillosa banda de Miraflores-Gibraljaire, parece recuperar la estampa anterior a la guerra civil con la estética granadina (que siempre ha conservado) y el recuerdo del desaparecido trono de Luis de Vicente.
La Sangre debería ser por antigüedad, tradición y solera, cofradía emblemática no sólo del Miércoles, sino de toda la Semana Santa. Para mí siempre decepciona. Este año su desfile por Casapalma y Cácer fue simplemente caótico. El reciente trono de Consolación y Lágrimas evoca en muchas cosas al antiguo de Pérez Hidalgo, artista que, a pesar de que los actuales diseñadores se siguen inspirando en él, prosigue denostado y condenado al olvido.
Expiración siempre será una especie de cofradía de silencio (¡ojo! silencio impuesto y no espontáneo como en otras) al final del Miércoles Santo. Considero que, en su conjunto poseen el mejor parimonio de imágenes y tronos da nuestra Semana Santa. Dolores Coronada y su trono entrando por Strachan son otro de los momentos de este día. Ví mucha menos gente acompañando a la cofradía en su regreso que cualquier otro año ¿De verdad que no estamos en crisis de público cofrade?


2 comentarios:

  1. Convertido te has. ¿Recuerdas cuando discutíamos acerca del Rico?, ahora parece que coincidimos.
    En cuanto a lo de haber menos gente acompañando a Expiración a la vuelta es totalmente cierto, pero también es verdad que este año venían tarde y estaba cayendo una pelua del copón.

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  2. Ese fue el día que yo me puse verde en el Trabuco y no pude bajar. Menos mal que no salía el cautivo.

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