Atlante. Uno de los prigioni inacabados de Miguel Ángel para la tumba de Julio II. |
En las afueras del pueblo
Tañe un hombre la zanfona
y con entumecidos dedos
la hace girar como puede.
Descalzo se tambalea
de un lado a otro en el hielo
y su platillo de limosna
siempre se muestra vacío.
No hay nadie que quiera escucharle
no hay nadie que quiera verlo
y alrededor del anciano
gruñen todos los perros.
Y él, impasible
ante lo que está sucediendo
gira y gira su zanfona
y nunca la deja quieta.
“Misterioso anciano
¿Me dejarás ir contigo?
¿Querrás acompañar mis canciones
dando a tu zanfona giro?”
Tañe un hombre la zanfona
y con entumecidos dedos
la hace girar como puede.
Descalzo se tambalea
de un lado a otro en el hielo
y su platillo de limosna
siempre se muestra vacío.
No hay nadie que quiera escucharle
no hay nadie que quiera verlo
y alrededor del anciano
gruñen todos los perros.
Y él, impasible
ante lo que está sucediendo
gira y gira su zanfona
y nunca la deja quieta.
“Misterioso anciano
¿Me dejarás ir contigo?
¿Querrás acompañar mis canciones
dando a tu zanfona giro?”
¿Quién es este misterioso anciano que nadie quiere ver pero que los perros presienten? Para mí está clarísimo: es la Muerte, intuida por Müller y que ya acechaba a Schubert en el momento de la composición. Al músico le habían diagnosticado una sífilis en estado irreversible (entonces una enfermedad mortal) y, como así fue, sabía que estaba en su último año de vida. Curiosamente la tonalidad de la obra (Si menor), aunque no muy usada por el compositor aparece también en una de sus obras más conocidas: la Sinfonía nº 8 "Incompleta". Parece ser que la causa del abandono de la composición a mediados de la década de los 20, tiene que ver con un período depresivo del autor relacionado con el primer diagnóstico de la enfermedad que acabaría matándolo. Schubert abandonó la sinfonía nº 8 pero su estado anímico no le impidió seguir con otras composiciones ¿quizás por alguna razón concreta la relacionaba con su enfermedad y la Muerte? En cualquier caso la Incompleta es un ejemplo de obra, que aunque no finalizada, transmite la perfección de que sólo puede ser así y no de de otra manera; como esas asombrosas esculturas de los prigioni que Miguel Ángel no pudo acabar y parecen liberarse mágicamente de la piedra.